Descripción
Monedas y Billetes en la Historia de Málaga, es una colección exclusiva que el diario La Opinión de Málaga ofreció a sus lectores durante 81 días a partir del 25 de mayo de 1999. Un documento histórico de alto valor que descubre al gran público parte de la historia malagueña (y de España en general) a través de las monedas y los billetes, testigos siempre del paso del tiempo. Esta magna obra contó con un gran número de colaboraciones en la difícil tarea de investigación y documentación y, sobre todo, en la recopilación de las piezas. Un trabajo dirigido por el historiador Bartolomé Mora Serrano con la ayuda de Carmen Alfaro, conservadora jefa entonces del Departamento de Numismática del Museo Arqueológico Nacional.
Una colección de monedas y billetes irrepetible:
Trasladar a nuestros días la historia de forma fidedigna no es tarea fácil. Una buena manera de abordar cualquier aproximación a la evolución del hombre es conocer los distintos sistemas monetarios que han regulado sus intercambios comerciales e impulsado el desarrollo económico. Esta colección de monedas sin precedentes, pretende dar a conocer todo lo referente a la numismática de la ciudad, a las distintas acuñaciones que usaron los malagueños (y desde la Edad Media, todos los españoles) desde la fundación de esta urbe mediterránea.
Si el trabajo de investigación fue arduo, no menos complejo resultó la reproducción de las monedas, al encontrarse la mayoría de los originales en mal estado de conservación por el paso de los siglos. El proceso fue muy meticuloso y ejecutado por expertas manos de profesionales del oficio, apoyados por las tecnologías punteras en este campo. Como resultado se logró, hace ahora 10 años, con el beneplácito de prestigiosos numismáticos, un trabajo de calidad, respetando en todo momento tamaños, pesos e inscripciones.
Todas las piezas fueron reproducidas en un largo proceso de fabricación hasta obtener la apariencia del satinado, oro, plata o bronce, según el metal en que fueron hechas las originales, conjuntamente con el proceso de envejecimiento hasta obtener la apariencia actual de las respectivas piezas. Es interesante destacar que cada una de las monedas está marcada con una discreta “R” a fin de evitar posibles falsificaciones.
La mayoría de las monedas que componen esta colección son copias exactas de piezas existentes en las distintas colecciones que han colaborado, aunque algunas son de nueva creación porque no existían ejemplares, realizadas a partir de antiguos documentos e ilustraciones.
La colección consta de 80 monedas y 120 billetes. Además, si inigualable es el valor histórico de la colección, su precio aumenta por su carácter exclusivo. Todos los moldes fueron destruidos ante notario, lo que garantiza que la colección es única e irrepetible.
La colección incluye las monedas y billetes más representativos de las diferentes civilizaciones que se asentaron en la provincia de Málaga. La colección se entrega con un estuche archivador de metacrilato (31,3 x 22,7 x 1,7 cm; 1.200 grs., peso total con las monedas y billetes) acompañado de un álbum catálogo donde están colocados los billetes y con información detallada de cada una de las monedas. No obstante, aunque la colección comienza con las primeras monedas de los asentamientos locales de la provincia de Málaga, rápidamente se hace eco de las monedas y billetes que se usaron en el Reino de España hasta 1953.
La moneda y su historia:
Desde la aparición de la moneda a finales del siglo VII a.C., en lo que hoy es Turquía, la moneda se ha convertido en una de las más importantes formas de dinero. Un simple fragmento en metálico sujeto a normas de peso y diseño, capaz de soportar la autoridad política que garantiza su valor. Su importancia hace de la moneda un fiel testimonio de los más variados aspectos de aquellos pueblos que han hecho uso de ella. Ha sobrevivido a lo largo de los siglos siendo testigo de cambios y transformaciones sociales e incluso culturales.
Las muestras de este paso se hacen patentes en los numerosos yacimientos arqueológicos encontrados en el subsuelo de la provincia de Málaga. Su enclave portuario, su proximidad con el norte africano y su accesibilidad por tierra y por mar, hicieron de estas costas un gran centro comercial.
La colección Monedas y Billetes en la Historia de Málaga es un documento representativo de una gran parte de la historia desde el siglo III a.C. hasta mediados del siglo XX, en el que se reflejan los distintos modos de comerciar e intercambiar riquezas. Las piezas que se entregan son una reproducción exacta de las existentes en cada una de las épocas: comenzando por un cuadrante púnico, moneda utilizada por griegos y fenicios, la colección llega hasta mediados del siglo XX con la moneda de 2,5 pesetas de la época de Franco.
La historia monetaria de los pueblos malacitanos tiene un origen muy temprano marcado por la circulación de la moneda griega y sobre todo por la cartaginesa. A partir del siglo I a.C. se impondrá el patrón romano fruto de su dominio político, lo que supuso un cambio en los patrones. Con los romanos llega el as, moneda de bronce, y sus divisiones: la mitad (semises), cuartos (cuadrante) y sextos (sextantes). Las transformaciones del Imperio romano se dejan ver en el cambio progresivo de moneda y su circulación: comienzan a aparecer nuevos valores monetarios. La acuñación de moneda en territorios malagueños durante la antigüedad tardía es puntual, al contrario que en otros lugares hispanos. La conquista visigoda de la ciudad a principios del siglo VII d.C. tiene su reflejo monetario apareciendo una moneda en oro denominada triente.
Con la llegada de los árabes a la península en el año 711 comienza una de las etapas más largas de la historia numismática. Se impone una nueva estructura en todos los órdenes sociales, políticos y culturales. Con los musulmanes llegarán nuevos aires y se produce un cambio radical en las emisiones monetarias que afecta sobre todo al diseño de las monedas. Las figuras desaparecen para dar paso a inscripciones epigráficas, se reproducen pasajes del Corán, se introducen nuevos pesos y valores que se materializan en el dinar (oro), dírham (plata) y felús (bronce) con diseños llamativos e innovadores. Y junto a estas monedas nobles convive el fals, calderilla, fechado entre los siglos VIII y IX, moneda menor del sistema monetario islámico.
Las monedas de la Málaga nazarí, la dobla o el dinarin, ilustran muy bien la etapa final de la numismática hispano-árabe o andalusí.
Con los Reyes Católicos se acaban las emisiones medievales y comienza lo que se llama la “moneda moderna”, con la introducción de una serie de reformas que se mantuvieron hasta los tiempos de Felipe II. Se producen cambios de denominaciones, patrones monetarios, de tipos y de leyendas. Como muestra se incluyen en la colección más de una treintena de monedas fechadas desde el siglo XV hasta la mitad del siglo XX. De los nombres que nos son más cercanos como el real y el escudo e incluso el maravedís, y monedas de medio real, 2 reales, 4 maravedís, destacamos la blanca, moneda a la que le debemos la expresión “estar sin blanca”, ya que ésta era una moneda de escaso valor utilizada en transacciones cotidianas de poca cuantía.
De la peseta y sus divisores se presentan 15 piezas fechadas desde 1869 hasta la moneda de 2,5 pesetas de 1953.
Se completa la colección con 120 billetes que son reproducciones exactas a todo color de los emitidos y puestos en circulación en España desde la implantación del llamado “papel moneda”.
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