Descripción
Única colección completa que tenemos disponible de la 3ª edición de la Suite Vollard, de Pablo Ruiz Picasso. Ejemplar idóneo para decorar un hotel con la exclusividad de una edición de arte mundialmente reconocida y una de las obras artísticas más importantes del siglo XX.
Por encargo del marchante de arte y editor Ambroise Vollard, Pablo Picasso realizó cien cobres grabados entre el 13 de septiembre de 1930 y marzo de 1937 (algunas de las planchas presentan el día, mes y año de su realización, por lo que permiten una especie de “orden cronológico”) que pasaron a la historia del arte bajo el nombre de Suite Vollard, obra gráfica mundialmente conocida.
El conjunto de las 100 estampas que en 1939 apareció en dos formatos distintos, uno grande (50×38,5 cm) con 50 ejemplares por plancha y otro más pequeño (44,5×34 cm) en tirada de 250 ejemplares, se encuentra hoy disperso como láminas sueltas en diferentes colecciones privadas o públicas y sólo muy pocos de estos conjuntos se conservan unidos. La complicada historia del origen de la obra, su variedad temática y su diversidad temática, en la que se reúnen los estilos de elaboración más variados: buril, aguafuerte, aguatinta, aguada y punta seca, e incluso en algunas ocasiones parecen combinarse, animaron a su dispersión y que sean escasas las colecciones completas existentes actualmente. La “Suite Vollard” constituye, por tanto, una de las evidencias históricos-artísticas más importantes del siglo XX.
La obra se divide en varios temas: Violación (5 planchas), El minotauro (15), Rembrandt (4), varios temas libres (27), Retratos de Vollard (3), y El taller del escultor (46), donde uno de los primeros amores conocidos de Pablo Picasso, Merie-Thérèse, aparece repetidamente. Los grabados no siguen ninguna secuencia lógica en sus imágenes, su cronología temporal obedecía más bien a los acontecimientos externos y personales del artista.
La Suite Vollard abarca un total de cien grabados donde precisamente Picasso regenera todas sus influencias, sus delirios de grandeza, su irreprochable cultura mediterránea, su visión del bien y el mal en el minotauro desilusionado y sediento de carne humana. El artista acierta en sus contradicciones al sobrevivir con cierta holgura en la época crítica de los llamados manifiestos pseudo-pictóricos. “El taller del artista”, tema que abarca casi la mitad de la Suite Vollard y tantas veces repetido por Picasso, -posteriormente en las series 347 de 1968 o en la serie 156 de 1971- advierte, por fin, el abandono de la influencia colorista de Lautrec, que más tarde será rescatada, y recupera el interés por el dibujo en un intento sofocado de reconstruir el renacimiento que había intentado ironizar Max Ernt con su “Piedad Urbana” con anterioridad.
Para permitir una mayor accesibilidad a esta singular obra de una de las personalidades artísticas más importantes de este siglo, el Museo alemán Mülheim an der Ruhr, con la autorización de la familia Picasso, realizó en 1992 una reedición limitada a sólo 300 colecciones. La numeración de los ejemplares se hizo del 1 al 300 en la hoja de introducción y justificación de la tirada en alemán, y en cada uno de los grabados, quienes también llevan el número del Catálogo Bloch impreso al verso. El papel se elaboró con el anagrama troquelado del Museo, tamaño 45 x 33 cms.
No se trata, por tanto, de una colección firmada originalmente por Picasso, ya que se reeditó cuando éste ya había fallecido. Es una edición facsímile de la que considerada como la 3ª edición de la Suite Vollard, en la que se reproducen en cada una de las 100 estampas la firma original de cada grabado de Picasso.
El siguiente texto corresponde a la traducción del certificado alemán que se incorpora al estuche con la colección completa de la Suite Vollard:
Entre 1930 y 1937, por encargo del marchante de arte Ambroise Vollard, se originaron cien láminas reprográficas de Pablo Picasso que pasaron a la historia del arte bajo el nombre “Suite Vollard”. En 1939 apareció la “Suite Vollard” en dos formatos distintos, la versión grande (50 x 38,5 cm) con un volumen de tirada de 50 copias por lámina y la versión pequeña (44,5 x 34 cm) en una tirada de 250 ejemplares. Tan solo pocas de estas series se han conservado unidas hasta el día de hoy, encontrándose la mayoría dispersas como láminas sueltas en diferentes colecciones privadas o públicas. Pese a que la dilatada historia de nacimiento de la “Suite Vollard”, que se extendió a lo largo de varios años, y que pese a que su constitución temáticamente rica en facetas y diversidad técnica, la cual reúne en sí misma las más variadas técnicas de reproducción como grabado al aguafuerte, agua en frío, aguatinta, etc., han favorecido esta dispersión de láminas, el conjunto es una de las evidencias históricos-artísticas más importantes del siglo XX.
En grupos de contenido más relajado, como por ejemplo “Escultor y modelo”, la “Serie Minotauro” o las “Láminas Rembrandt”, aparece el espectro rico en facetas de los diferentes temas que tuvieron relevancia para la creación artística de Pablo Picasso durante estos años. Con frecuencia, debido a incidencias externas, por ejemplo al diseño de la portada de la nueva revista “Minotaure”, las láminas, al igual que su agrupación formando una serie por parte del durante muchos años gestor artístico y editor de Picasso, Ambroise Vollard, son más bien casuales y no siguen una lógica estricta de secuencia de cuadros u original de texto. Sin embargo, precisamente por este motivo, esta serie, como ninguna otra obra reprográfica de Pablo Picasso, permite obtener una visión de la estratificación de su fantasía con los materiales y formas, de su saber artesanal, de su desenfrenado espíritu de experimentación y de la lógica interior de su creación artística. Pese a la espontaneidad y discontinuidad con que se han originado estas láminas, con frecuencia de manera volcánica en impulsos creativos, en los cuales por ejemplo se terminaron once de las láminas ya existentes en tan sólo cuatro días, esta serie respira aquel espíritu de libertad, generosidad y desenfreno que constituyen el prerrequisito de toda metamorfosis creativa. Con sutilidad y refinamiento, soberanía y virtuosismo se convierten motivos banales, experiencias privadas, reflexiones íntimas, confrontaciones artísticas, que adquieren repentinamente actualidad sin avisar como en un diario de notas, vuelven a sumergirse, para volver a aparecer después de meses o años, en motivos y temas que se encuentran dentro de un contexto íntimo y que están entretejidos, aun cuando estas conexiones de base y de trasfondo escapen, a través del espacio y del tiempo, a las construcciones de una lógica exterior.
Para permitir al público en general acceder a esta singular obra reprográfica de Pablo Picasso en su conjunto y también al máximo nivel cualitativo, el Círculo Promocional del Museo Municipal de Mülheim an der Ruhr ha impulsado y respaldado de manera competente la nueva edición de la “Suite Vollard”.
La reimpresión de la “Suite Vollard” está limitada a 300 ejemplares, cada uno con 100 láminas sueltas en una cajita de lino. La numeración de los ejemplares se realizó del 1 hasta el 300 en la hoja de introducción. Las reproducciones se realizaron en el modo Grain Screen, una técnica en la cual desaparece la habitual trama de líneas y se alcanza la máxima fidelidad al original. El papel se elaboró a mano específicamente para esta obra en Richard de Bas en Ambert, Francia, uno de los molinos de papel con mayor tradición de Europa. El papel de la edición original procede también de esta manufactura. Se eligió la calidad Blanc narcisse, velin, 200 g/m2, y fue importado por Japico Drissler Feinpapiere, Francfort. La reproducción y el formato del papel se redujo ligeramente respecto a la edición original.
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